Como depender plenamente de Dios
Depender de Dios no es tan simple, depender de Dios es más que sólo decirlo, es una acción. Para depender de Dios hay que confiar plenamente en Él, y para confiar plenamente en Dios debemos tener una buena relación con Él, y vivir en comunión con Él.
Una buena relación con Dios nos lleva a una vida en comunión con Él, y así crece en nosotros la confianza que necesitamos para depender plenamente de Dios.
Porque cuando nos relacionamos con Dios, conocemos cada día más de Él, y de su fuerza y poder. Lo vemos obrar día a día en nuestras vidas, y en nuestras familias, y es ahí que cuando se presenta la dificultad, ya sabemos dónde está la solución y la esperamos con paz.
Eso es depender de Dios, confiar en Él y esperar en Él todo el tiempo, aún en la dificultad, entendiendo que Él se manifestará y lo hará.
Depender de Dios es contar con Él en primer lugar, no con las personas, es cuando se ofrece algo, en lugar de correr a lo natural, es ir a Dios humillado en oración dando gracias por su amor.
Cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado, entró en su casa, y abiertas las ventanas de su cámara que daban hacia Jerusalén, se arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de su Dios, como lo solía hacer antes.
Daniel 6:10
Eso es depender de Dios! Daniel supo que el edicto había sido firmado, pero esto no hizo que él saliera corriendo en desesperación, todo lo contrario, Daniel corrió y se postró en oración. Eso es conocer a Dios, confiar en Dios, y depender de Dios.
Cuando dependemos de Dios todo lo que pueda presentarse, por difícil que parezca, en lugar de alejarnos de Dios nos acerca más a Él. Porque todo lo que llega a nuestra vida, grande o pequeño, lo presentamos a Dios. Lo que sea, por grande que parezca, lo llevamos a Dios, con la certeza y la seguridad de que Él hará conforme a su poder, y obrará a nuestro favor conforme a su voluntad.
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